La transformación digital está revolucionando rápidamente la lógica de todas las funciones empresariales, incluso las que a primera vista parecerían más alejadas del mundo de la tecnología y la automatización, como la Jurídica.

En un escenario en constante evolución, la dirección jurídica está llamada a adoptar el cambio tecnológico, que sin duda puede generar un impacto tangible en el rendimiento y los resultados, haciendo que los procesos sean más eficientes y reduciendo los riesgos de cumplimiento e incumplimiento. La digitalización de la función jurídica desempeña un papel esencial porque también tiene un impacto positivo en las funciones empresariales relacionadas: la estandarización de los procesos jurídicos permite mejorar los activos de información a disposición de la empresa, generando impactos positivos también en los procesos de finanzas, cumplimiento y auditoría.